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31.07.2013 17:50

Cuando conseguí esa casa no tenía idea del tiempo que iba a vivir allí. Primero la rente, y luego la compre, después la vendí y rente un cuarto para vivir allí al nuevo dueño, y después se descubrió que tenía narco fosas en la parte del patio, así que me mudé. A los pocos años, el gobierno la puso en venta a un precio muy barato y la volví a comprar, a mí nunca me importaron las narco fosas en el patio.

Un día estaba guardando mis libros escolares cuando me di cuenta de que el dueño estaba enterrando unos cadáveres en el patio, así que no me importa. Además, los que son narcos se juntan con más narcos y así se llevan, o sea, entre ellos la muerte es muy común, es como “el pan nuestro de todos los días” o algo así, aunque la verdad yo no ser religioso.

 

Me considero ateo desde hace un par de años hacia acá, cuando cuidaba perros de la calle y veía que muchos morían entendí que si un dios existiera no pasarían cosas así, también juntaba gatos. Y de hecho al final tuve que abrir un negocio de lo mismo, le puse “albergue de las mascotas perdidas” y cobraba una cuota por cada mascota que era entregada a sus dueños originales.

Pero estaba platicando sobre la historia de la casa que tenía narco fosas en el patio, bueno, resulta ser que dentro de unos libros en guadalajara, que estaban guardados en mi patio, había instrucciones para hacer avioncitos de papel, y cuando ya tenía el mío hecho me asome por la ventana para ver el patio, y en eso vi al dueño de la casa salir al patio con un cuerpo y enterrarlo.

 

Incluso el vio que lo vi y me saludó, entonces yo también lo saludé, total, la muerte es algo común y cotidiano y pensé que él tal vez no quería hacer todo el “show” de ir a reportar un cadáver, traer a los peritos a la casa, ser arrestado, etc. Y perfectamente entendí que el sencillamente quería deshacerse de un cuerpo de una manera fácil, rápida y al final de cuentas “temporal”.

 

Entonces, cerré mi colección de libros en guadalajara, y salí a volar el avioncito de papel que acababa de elaborar. Estaba leyendo un libro sobre “papiroflexia” y por eso tenía curiosisas de saber si los diseños funcionaban.

 

De hecho cuando lo saqué, y lo lancé en el aire, cayó en la tierra inmediatamente y tocó la mano del cuerpo que el dueño de la casa había enterrado. Y como pensé que él tenía otras cosas más importantes que hacer me puse a ayudarle un poco, así que tomé la pala y le puse más tierra sobre la mano que salía, y ya con eso tubo para estar completamente enterrado.

 

Pero ya ven como son los policías, ya nomás porque uno no les paga sus “servicios” lo reportan a uno y hasta a la cárcel podemos ir a dar. Ese tipo de lecciones nunca las había leído en los libros escolares, siempre venían lecciones sobre química, historia universal, historia de México, biología, matemáticas, álgebra, y en fin, todo ese tipo de conocimientos que rara vez vamos a emplear en nuestras cotidianas vidas, ojalá y se aprendieran más de este tipo de cosas.