Blog

31.07.2013 17:52

Pero creo que el hecho de que no hubiera tantas lecciones en los libros escolares, no está mal. Imagínensecómoo quedarían los niños traumados si aprendieran todos los detalles que vivimos día con día y que ellos ni siquiera pueden imaginar.

 

Por ejemplo, el día de hoy venía en el camión. El número 33-A. Iba tan lleno, pero tan lleno que poco faltaba para que algunas personas se subieran en el techo, de hecho yo tuve que entrar por la parte de atrás y salir cada vez que alguien iba a bajar.

Incluso, un par de veces casi me quedo afuera, ya que el camionero pensaba que ya me había bajado, creo que tiene poca inteligencia ese señor. Luego, ya cuando me había adentrado más hacia el centro del pasillo, hubo un par de señoras que querían bajarse. Pero el torpe del camionero le arrancó cuando éstas estaban bajando y por muy poco las tumba en la calle, todo mundo le gritó cosas al camionero.

 

 

 

En la mochila traía algunos libros en guadalajara poco vistos. En fin, no era tan pesada. Justamente después de que eso pasó, el camionero se molestó mucho, se enojó. Y empezó a pisarle muy rápido, y la verdad yo me pongo bastante nervioso cuando eso pasa. En especial porque muchas veces no puedo ir enfrente para ver exactamente en qué calles vamos, o si es que hay peatones, o carros, paradas, altos, rojos, sigas y todo lo que uno checa cuando maneja en la ciudad.

 

Después de que me puse nervioso por lo de la velocidad, le mandé mi paga al chofer. Una moneda de diez pesos, y después de un minuto, entre las manos de los demás pasajeros venían cuatro pesos y un boleto de viaje que eran mi cambio. Algunos libros escolares deberían de hablar sobre ese fenómeno.

 

Para mí es un fenómeno ya que a veces pienso que en nuestro país hay tanta corrupción y robos que se me hace tan extraño ver a una cadena de personas, más o menos quince, que pasan exactamente 10 pesos de ida y regresan exactamente cuatro de regreso. Y me pregunto - ¿cómo es posible que nadie tome un peso?, ¿o que nadie tome los diez pesos que van?

Alguno de ustedes se ha puesto a pensar en eso como un fenómeno o soy el único que lo puede ver. Me gustaría ver ese tema dentro de los libros en guadalajara, para entender mejor qué es lo que pasa.

 

¿Dónde estará esa pieza que hace la diferencia dentro de un camión? Tal vez ustedes no lo vean así, pero si un día lo pueden entender o sencillamente observar creo que verían mi punto.

 

Volviendo al punto principal de mi plática, o de mi discurso escrito. Creo que hay algunas veces que encuentrass cosas sorprendentes pero que realmente solo lo son si es que llegamos a poner un poco de atención. Por ejemplo, todos los días me vengo en camión y ya casi al llegar al trabajo tengo que caminar aproximadamente 12 cuadras, o algo así. El punto es el siguiente, un día venía caminando y de repente vi a un colibrí muy cerca del muro por el que iba pasando aquel día.

 

Lo bueno es que me fijé en el animal, y tal vez no fue una fijación extrema, pero pude observar algo importante, el pájaro iba y venía rápidamente hacia el mismo punto.

 

31.07.2013 17:50

Cuando conseguí esa casa no tenía idea del tiempo que iba a vivir allí. Primero la rente, y luego la compre, después la vendí y rente un cuarto para vivir allí al nuevo dueño, y después se descubrió que tenía narco fosas en la parte del patio, así que me mudé. A los pocos años, el gobierno la puso en venta a un precio muy barato y la volví a comprar, a mí nunca me importaron las narco fosas en el patio.

Un día estaba guardando mis libros escolares cuando me di cuenta de que el dueño estaba enterrando unos cadáveres en el patio, así que no me importa. Además, los que son narcos se juntan con más narcos y así se llevan, o sea, entre ellos la muerte es muy común, es como “el pan nuestro de todos los días” o algo así, aunque la verdad yo no ser religioso.

 

Me considero ateo desde hace un par de años hacia acá, cuando cuidaba perros de la calle y veía que muchos morían entendí que si un dios existiera no pasarían cosas así, también juntaba gatos. Y de hecho al final tuve que abrir un negocio de lo mismo, le puse “albergue de las mascotas perdidas” y cobraba una cuota por cada mascota que era entregada a sus dueños originales.

Pero estaba platicando sobre la historia de la casa que tenía narco fosas en el patio, bueno, resulta ser que dentro de unos libros en guadalajara, que estaban guardados en mi patio, había instrucciones para hacer avioncitos de papel, y cuando ya tenía el mío hecho me asome por la ventana para ver el patio, y en eso vi al dueño de la casa salir al patio con un cuerpo y enterrarlo.

 

Incluso el vio que lo vi y me saludó, entonces yo también lo saludé, total, la muerte es algo común y cotidiano y pensé que él tal vez no quería hacer todo el “show” de ir a reportar un cadáver, traer a los peritos a la casa, ser arrestado, etc. Y perfectamente entendí que el sencillamente quería deshacerse de un cuerpo de una manera fácil, rápida y al final de cuentas “temporal”.

 

Entonces, cerré mi colección de libros en guadalajara, y salí a volar el avioncito de papel que acababa de elaborar. Estaba leyendo un libro sobre “papiroflexia” y por eso tenía curiosisas de saber si los diseños funcionaban.

 

De hecho cuando lo saqué, y lo lancé en el aire, cayó en la tierra inmediatamente y tocó la mano del cuerpo que el dueño de la casa había enterrado. Y como pensé que él tenía otras cosas más importantes que hacer me puse a ayudarle un poco, así que tomé la pala y le puse más tierra sobre la mano que salía, y ya con eso tubo para estar completamente enterrado.

 

Pero ya ven como son los policías, ya nomás porque uno no les paga sus “servicios” lo reportan a uno y hasta a la cárcel podemos ir a dar. Ese tipo de lecciones nunca las había leído en los libros escolares, siempre venían lecciones sobre química, historia universal, historia de México, biología, matemáticas, álgebra, y en fin, todo ese tipo de conocimientos que rara vez vamos a emplear en nuestras cotidianas vidas, ojalá y se aprendieran más de este tipo de cosas.

 

a

31.07.2013 17:50

Cuando conseguí esa casa no tenía idea del tiempo que iba a vivir allí. Primero la rente, y luego la compre, después la vendí y rente un cuarto para vivir allí al nuevo dueño, y después se descubrió que tenía narco fosas en la parte del patio, así que me mudé. A los pocos años, el gobierno la puso en venta a un precio muy barato y la volví a comprar, a mí nunca me importaron las narco fosas en el patio.

Un día estaba guardando mis libros escolares cuando me di cuenta de que el dueño estaba enterrando unos cadáveres en el patio, así que no me importa. Además, los que son narcos se juntan con más narcos y así se llevan, o sea, entre ellos la muerte es muy común, es como “el pan nuestro de todos los días” o algo así, aunque la verdad yo no ser religioso.

 

Me considero ateo desde hace un par de años hacia acá, cuando cuidaba perros de la calle y veía que muchos morían entendí que si un dios existiera no pasarían cosas así, también juntaba gatos. Y de hecho al final tuve que abrir un negocio de lo mismo, le puse “albergue de las mascotas perdidas” y cobraba una cuota por cada mascota que era entregada a sus dueños originales.

Pero estaba platicando sobre la historia de la casa que tenía narco fosas en el patio, bueno, resulta ser que dentro de unos libros en guadalajara, que estaban guardados en mi patio, había instrucciones para hacer avioncitos de papel, y cuando ya tenía el mío hecho me asome por la ventana para ver el patio, y en eso vi al dueño de la casa salir al patio con un cuerpo y enterrarlo.

 

Incluso el vio que lo vi y me saludó, entonces yo también lo saludé, total, la muerte es algo común y cotidiano y pensé que él tal vez no quería hacer todo el “show” de ir a reportar un cadáver, traer a los peritos a la casa, ser arrestado, etc. Y perfectamente entendí que el sencillamente quería deshacerse de un cuerpo de una manera fácil, rápida y al final de cuentas “temporal”.

 

Entonces, cerré mi colección de libros en guadalajara, y salí a volar el avioncito de papel que acababa de elaborar. Estaba leyendo un libro sobre “papiroflexia” y por eso tenía curiosisas de saber si los diseños funcionaban.

 

De hecho cuando lo saqué, y lo lancé en el aire, cayó en la tierra inmediatamente y tocó la mano del cuerpo que el dueño de la casa había enterrado. Y como pensé que él tenía otras cosas más importantes que hacer me puse a ayudarle un poco, así que tomé la pala y le puse más tierra sobre la mano que salía, y ya con eso tubo para estar completamente enterrado.

 

Pero ya ven como son los policías, ya nomás porque uno no les paga sus “servicios” lo reportan a uno y hasta a la cárcel podemos ir a dar. Ese tipo de lecciones nunca las había leído en los libros escolares, siempre venían lecciones sobre química, historia universal, historia de México, biología, matemáticas, álgebra, y en fin, todo ese tipo de conocimientos que rara vez vamos a emplear en nuestras cotidianas vidas, ojalá y se aprendieran más de este tipo de cosas.

 

31.07.2013 17:34

Cuando se me hace tarde no puedo leer en el camino. Usualmente tomo el metro de la ciudad, aquí le llaman “tren ligero”, pero hay muchas partes donde le dicen “metro”. Lo que más me gusta de tomar el tren ligero es que siempre está muy tranquilo y usualmente casi no hay gente a la hora a la que lo tomo.

 

De vez en cuando se llena y no puedo ni leer, debido a que con tanta gente alrededor es casi imposible estar bien parado y dejar de tomar con una mano los tubos que le ayudan a uno a sostenerse, así pues, cuando está vacío puedo leer con una mano y con la otra sostenerme. Por ese motivo me gustan los libros mexico, ya que en éstos he encontrado las mejores historias.

A mí me gustan todas esas historias que hablan sobre las guerras, ya que sus personajes son siempre muy curiosos y difíciles de entender. Por ejemplo, una vez estaba leyendo uno de mis libros escolares, y había una historia que llamó mucho mi atención, era una familia judía que tuvo que ser enviada a los campos de concentración.

 

Bueno, en esa ocasión la historia estaba ubicada dentro de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Ésta familia tenía un negocio que vendía trajes ya elaborados, mientras que su competencia, misma que estaba ubicada en el mismo edificio (de hecho también las casas de las dos familias estaban dentro del mismo edificio, eran vecinos), era el negocio de un sastre.

 

El sastre y su familia eran competencia directa de la familia judía, y cada vez que podían les hacían la vida imposible, y obviamente los judíos también. Por ejemplo, según los libros mexico, ese vecino judío a veces daba los trajes tan baratos que el sastre no podía competir contra esos precios tan bajos. Hubo discusiones, e incluso hasta peleas, todos los días era lo mismo.

 

Pero todo cambió cuando supieron que la familia judía tendría que ser enviada a los campos de concentración, de pronto la otra familia se volvió tan generosa con ellos, ya que no querían que se los llevaran. Recuerdo que la última página habla de cómo la familia del sastre se quedó llorando cuando se tuvieron que llevar a los judíos.

 

Leer todo esto mientras voy del trabajo a mi casa o viceversa realmente me tranquiliza y además me quita el estrés diario, ojala y todos pudiéramos tener una colección de libros escolares así muchos cultivarían un poco más sus conocimientos.

 

En fin, no sé por qué me gustan todas esas historias tristes acerca de los judíos en la Segunda Guerra Mundial, aunque también me gustan las historias de los “malos”, pero no estoy muy seguro cuáles son mis preferidas. Lo que si me llama la atención es conocer cómo era la sociedad en esos años, ya que por una parte había guerra, y por otro lado estaban los campos de concentración, para mi parecer eran demasiadas cosas que estaban sucediendo al mismo tiempo, es por eso que me intriga demasiado lo que la gente hiciera o no en esos días.

 

¿Alguno de ustedes sabía que en esa época, Alemania le mando una carta a México pidiendo ayuda? Así es, ellos querían nuestro territorio debido a que estratégicamente era muy bueno, ya que desde aquí se hubiera podido atacar a Estados Unidos muy fácilmente.

 
31.07.2013 17:32

Entonces, cuando Job abrió los ojos ya había vuelto a nuestro mundo. Se encontraba en su nueva biblioteca de libros que había comprado recién, todos esos libros escolares eran maravillosos, algunos hablaban de mitología griega, de historias que cualquier humano jamás podrá creer ya que son tan fantásticas que ni siquiera caben en la imaginación de un mortal.

 

Él acababa de tener un sueño en el cual su reloj era mágico, y quería comprobar su eficacia, quería saber que tan lejos podía ir aquello que acababa de ver en sus sueños, a aquel misterioso hombre de la edad de los castillos. Entonces tomó un frasco que tenía ubicado en el laboratorio de su mansión. El frasco contenía un líquido blanco, y estaba sellado con un corcho, así como los vinos que aparecen dentro de los libros en guadalajara. También tomó una sustancia hecha polvo que estaba guardada dentro de un papel maché, para luego mezclar las dos y verterles en un vaso de ensayo, de aquellos que usan los químicos.

 

Inmediatamente cayó sobre el suelo y se golpeó la cabeza, perdió un diente, el delantero. Pero el reloj inmediatamente empezó a actuar, llevando a Job a otro lugar muy distante. Lo que él había elaborado era una fórmula química que podía ayudar a dormir caballos, y como no midió bien las cantidades, ya que él no es un químico, entonces se le pasó la mano y cayó al suelo de inmediato.

Todo lo que se había leído en los libros escolares estaba a punto de ser desmentido ante los ojos de Job, quien acababa de llegar a la edad de los dinosaurios y estaba viendo uno justo enfrente de él. Entendió inmediatamente que había diferencias que no existían y que fueron detalladas más de un trillón de veces en los libros guadalajara.

 

Por ejemplo, todos los dinosaurios que estaba viendo tenían más de seis piernas, dientes azules, pelaje color marrón y algunos de ellos se comunicaban perfectamente entre ellos. Incluso algunos tenían herramientas, tales como un líquido que podía revertir las picaduras de mosquitos y otro que hacía que la comida creciera inmediatamente de los árboles cuando se le aplicaba encima.

Cuando nuestro personaje principal estaba observando a esos animales gigantescos hacer cosas que jamás imaginó, se dio cuenta de que el mundo es una falacia, que la mayoría de las cosas que creemos entender no son ni siquiera ciertas. Pero en vez de desanimarse, él tuvo la iniciativa de escribir en un diario todo lo que pudiera ver, pero lo malo es que su reloj místico no podía hacer viajes en el tiempo más que dentro de los sueños, así que la idea de Job era algo imposible, tendría que recordar con perfecto detalle cualquier cosa que viera, escuchara o sintiera para que no se borraran de su memoria.

 

 

 

Cuando Job despertó quiso anotar todo lo que vio, pero inmediatamente empezó a olvidar muchos detalles, cada detalle de lo que había visto se estaba yendo de su memoria en cuestión de minutos y él hubiera necesitado de perdida dos horas para escribir todo lo que había presenciado durante su sueño. Parecía que los recuerdos caían de su mente así como el agua cae de nuestras manos cuando la queremos detener, saliéndose entre los dedos inmediatamente y bajando con la fuerza de la gravedad.

 
<< 1 | 2